Para muchos, obtener la ciudadanía americana es un sueño que simboliza nuevas oportunidades. Aunque el proceso puede parecer complicado, existen tres vías principales para naturalizarse en Estados Unidos, desde el derecho por nacimiento hasta opciones relacionadas con la residencia y los vínculos familiares.
POR NACIMIENTO: EL CAMINO MÁS DIRECTO
Nacer en territorio estadounidense, ya sea en los 50 estados o en sus territorios, te permite obtener automáticamente la ciudadanía. Este derecho aplica independientemente de la nacionalidad de tus padres, lo que hace de Estados Unidos un país con uno de los sistemas más accesibles para obtener la ciudadanía por nacimiento.
NATURALIZACIÓN Y CIUDADANÍA POR HERENCIA
La naturalización es el camino más común para quienes no nacieron en Estados Unidos. Si tienes residencia permanente (Green Card), puedes solicitar la ciudadanía tras varios años de vivir en el país. Este proceso incluye un examen de civismo, pruebas de inglés y un análisis de antecedentes.
Otra opción es la derivación o adquisición de ciudadanía a través de los padres. Si eres menor de 18 años y tienes un padre ciudadano estadounidense, puedes adquirir la ciudadanía automáticamente, siempre que cumplas con los requisitos legales.
Consultar fuentes oficiales, como el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EEUU (USCIS), es clave para verificar tu elegibilidad y conocer los pasos exactos para completar este proceso exitosamente.
