La interacción constante con humanos podría estar llevando a los perros a una nueva fase evolutiva, conocida como la "tercera oleada de domesticación". Así lo concluye un estudio realizado por la Universidad sueca de Linköping y publicado en The Atlantic.
AUMENTO DE LA "HORMONA DEL AMOR"
Durante siglos, los canes fueron principalmente animales de trabajo, encargados de tareas como la vigilancia y el manejo del ganado. Sin embargo, con la domesticación, su rol cambió hacia el de compañeros cercanos y fuentes de afecto. Este cambio ha desencadenado nuevas adaptaciones evolutivas, como un aumento en la sensibilidad a la oxitocina, la llamada "hormona del amor", que fortalece los lazos emocionales entre perros y humanos.
El estudio destaca que los perros de servicio, criados y entrenados para desempeñar funciones específicas, lideran esta nueva fase.
Su alta obediencia y habilidades de cognición social los convierten en los más adaptados a las exigencias de la vida moderna. Según los investigadores, esta etapa evolutiva dará lugar a mascotas aún más amistosas y adaptables a la rutina humana.