El Vaticano se prepara para una semana cargada de simbolismo y fe con el inicio de las celebraciones navideñas lideradas por el Papa Francisco. Este martes 24 de diciembre, el Sumo Pontífice abrirá la Puerta Santa de la basílica de San Pedro, dando inicio al Jubileo 2025, un Año Santo que cada cuarto de siglo ofrece indulgencia de los pecados a los peregrinos.
EL JUBILEO 2025 COMIENZA CON UN GESTO HISTÓRICO
A las 19:00 horas locales (18:00 GMT), el Papa Francisco inaugurará formalmente el Jubileo con la apertura de la Puerta Santa, un umbral cargado de significado que los peregrinos cruzarán para recibir indulgencia. Este evento, que se prevé atraerá a más de 32 millones de personas a Roma a lo largo de 2025, marca el inicio de una serie de rituales que combinan tradición y esperanza.
El Pontífice, quien recientemente cumplió 88 años, combinará esta celebración con los ritos de la Navidad. Esta noche oficiará la tradicional Misa del Gallo en la basílica de San Pedro, y mañana presidirá la misa de Navidad antes de impartir su bendición ‘Urbi et Orbi’ desde la logia central, un mensaje esperado por millones de fieles en todo el mundo.
UNA AGENDA NAVIDEÑA CARGADA DE SIMBOLISMO
El miércoles 26 de diciembre, Francisco llevará el Jubileo a la cárcel de Rebibbia en Roma, donde abrirá una Puerta Santa como símbolo de esperanza y perdón para los internos. Durante la semana siguiente, el Papa cerrará el año con las Primeras Vísperas y el canto del 'Te Deum', y dará la bienvenida al 2025 con una misa por la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios el 1 de enero. Las celebraciones culminarán el 6 de enero con la misa por la Epifanía del Señor.
Aunque el Papa no tiene previsto abrir personalmente las Puertas Santas de las otras tres basílicas papales de Roma, estas serán inauguradas por otros representantes eclesiásticos, siguiendo la tradición. Este Jubileo, a diferencia del extraordinario de la Misericordia en 2016, será ordinario, reafirmando su lugar como un evento central en la vida de la Iglesia Católica.
Con el inicio del Jubileo y los ritos navideños, la ciudad de Roma se convierte nuevamente en el epicentro de la fe y la tradición cristiana, uniendo a millones de personas en una celebración que combina devoción, esperanza y renovación espiritual.
