El gobierno cubano anunció que, a partir del próximo año, volverá a exigir que los ciudadanos cubanos presenten un pasaporte vigente al ingresar al territorio nacional. Esta medida, que había sido suspendida en marzo de 2020 debido a la pandemia, afecta especialmente a los cubanos que residen en el extranjero.
CAMBIO IMPULSADO POR LA NORMALIZACIÓN CONSULAR
La representante del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Ana Teresita González Fraga, justificó esta decisión en la reactivación de vuelos internacionales y la normalización de los servicios consulares en el exterior. Durante la pandemia, se permitió a los cubanos ingresar con pasaportes vencidos como una medida temporal ante la imposibilidad de renovarlos.
Con el regreso a la normalidad, el gobierno ha instado a los cubanos residentes en el extranjero a renovar sus documentos antes de la fecha límite para evitar problemas al viajar al país. Desde 2023, los pasaportes cubanos tienen una validez de 10 años, eliminando la necesidad de prórrogas cada dos años.
REDUCCIÓN DE COSTOS Y CAMBIOS MIGRATORIOS
La extensión de la vigencia del pasaporte no solo facilita los trámites, sino que también reduce los costos. Actualmente, el precio del documento es de 180 dólares para mayores de 16 años y 140 dólares para menores, una disminución significativa respecto a los más de 400 dólares que se cobraban anteriormente en países como Estados Unidos. En Cuba, el pasaporte cuesta 2 500 pesos.
Adicionalmente, las leyes migratorias han cambiado en los últimos años. Desde julio de 2024, los cubanos que permanezcan fuera del país por más de 24 meses ya no pierden su residencia. Sin embargo, la Constitución de 2019 mantiene la obligación de usar el pasaporte cubano dentro de la isla para quienes tienen doble ciudadanía, como los cubano-estadounidenses.
Esta medida tiene un impacto significativo en la diáspora cubana, que en su mayoría reside en Estados Unidos, España y América Latina. Aunque la flexibilización de los costos y requisitos de residencia son avances positivos, la obligatoriedad de un pasaporte vigente podría representar una barrera para quienes no han actualizado sus documentos.