Un tribunal en Seúl condenó a un hombre surcoreano a un año de prisión, con pena suspendida durante dos años, por haber aumentado deliberadamente más de 20 kilos con el objetivo de evitar un puesto más exigente en el servicio militar obligatorio del país. La sentencia también incluyó a un conocido del hombre, quien colaboró en el plan y recibió la misma condena.
En Corea del Sur, el servicio militar es obligatorio para todos los hombres físicamente aptos, con una duración de entre 18 y 21 meses. Sin embargo, el sistema permite asignar tareas menos demandantes a quienes presentan ciertas condiciones de salud, y en casos graves, exenciones completas.
En 2017, el hombre, de 26 años, fue considerado apto para el servicio activo tras un examen físico que mostró que pesaba 84 kilos con una estatura de 1,67 metros. Sin embargo, motivado por el consejo de un conocido, optó por modificar su peso para calificar en una categoría de menor exigencia.
Entre 2022 y 2023, se presentó a tres exámenes médicos con un peso que oscilaba entre 102 y 105 kilos, asegurando así su asignación al servicio social en lugar del servicio militar activo. Para lograrlo, se sometió a un plan de alimentación de alto contenido calórico, abandonó su trabajo como repartidor y bebió grandes cantidades de agua antes de los exámenes para aumentar su peso artificialmente.
CÓMO DESCUBRIERON EL PRESUNTO FRAUDE
Aunque no se detalló cómo las autoridades detectaron el fraude, el tribunal del Distrito Este de Seúl declaró culpables a ambos hombres de violar la ley de servicio militar. Durante el juicio, el tribunal destacó que el acusado había prometido previamente cumplir con su deber militar, pero ejecutó un plan fraudulento para evitarlo.
Ambos fueron condenados a un año de prisión con pena suspendida durante dos años, lo que significa que no cumplirán tiempo en la cárcel a menos que reincidan en ese período. El tribunal señaló que la gravedad del acto radica en el intento deliberado de evadir una obligación cívica fundamental en Corea del Sur.
