Rusia lanzó este jueves un misil balístico intercontinental (ICBM) RS-26 Rubezh, un arma de largo alcance y potencial nuclear, durante un ataque dirigido a la ciudad de Dnipró, según informó la fuerza aérea de Ucrania. Es la primera vez que un misil de este tipo se utiliza en el marco de la guerra, lo que ha generado preocupación en la comunidad internacional.
¿QUÉ SABEMOS DEL MISIL RS-26?
El RS-26 Rubezh es un misil balístico intercontinental diseñado para transportar ojivas nucleares. Tiene un alcance de hasta 5,800 kilómetros y puede cargar una ojiva de hasta 800 kilos. Fue probado con éxito por primera vez en 2012 y es considerado una pieza clave en la estrategia de disuasión nuclear rusa.
Aunque las autoridades ucranianas no especificaron si el misil llevaba una carga nuclear, el lanzamiento se produjo desde la región rusa de Astracán, a más de 700 kilómetros de Dnipró. Según informes locales, el ataque impactó una empresa industrial, causando incendios y dejando dos heridos.
ESCALADA Y TENSIONES INTERNACIONALES
El lanzamiento de este misil ocurre días después de que Ucrania utilizara misiles de largo alcance Storm Shadow británicos y ATACMS estadounidenses contra objetivos en territorio ruso, en lo que Moscú considera una escalada significativa. Defense Express, una consultora de defensa ucraniana, señaló que el uso del RS-26 podría ser una respuesta directa a estas acciones.
Expertos internacionales calificaron el hecho como “totalmente inaudito”. Andrey Baklitskiy, del Instituto de las Naciones Unidas para el Desarme, afirmó que usar un ICBM en un conflicto convencional “no tiene sentido estratégico”. Por su parte, el analista alemán Ulrich Kühn destacó la gravedad del evento, señalando que es la primera vez que un arma de este tipo se usa contra objetivos civiles.
REPERCUSIONES EN EL CONFLICTO
El uso del RS-26 eleva las tensiones en un conflicto que ya ha superado los 1,000 días. La OTAN y otras organizaciones internacionales aún no han emitido declaraciones oficiales, pero el evento podría tener implicaciones en la estrategia militar de ambos bandos.
Este ataque refuerza las preocupaciones sobre una posible escalada nuclear, especialmente tras recientes cambios en la política de defensa de Rusia, que ha reducido el umbral para responder con armas nucleares a ataques convencionales. Mientras tanto, Ucrania sigue recibiendo apoyo militar de sus aliados occidentales, complicando aún más la posibilidad de negociaciones de paz en el corto plazo.