En Japón, un país conocido por su exigente cultura laboral, han surgido agencias especializadas en gestionar renuncias laborales en nombre de los empleados. Estas empresas, denominadas Taishoku Daiko, se encargan de notificar la renuncia al empleador, negociar los términos de salida y brindar asesoramiento ante posibles problemas que puedan surgir en el proceso.
Entre las principales empresas que ofrecen este servicio se encuentran Exit Inc., Momuri y Guardian, que cobran aproximadamente 200 dólares por gestionar una renuncia. Según The Japan Times, el 40% de las personas que recurren a estas agencias tienen más de 40 años, una cifra que refleja cómo las tensiones laborales afectan especialmente a empleados mayores.
¿POR QUÉ RENUNCIAR A UN TRABAJO EN JAPÓN ES TAN DIFÍCIL?
En la cultura laboral japonesa, dejar un trabajo puede convertirse en un proceso complicado, particularmente en pequeñas y medianas empresas. En estos entornos, los empleados que intentan renunciar frecuentemente enfrentan acoso por parte de sus superiores. Shiori Kawamata, representante de la agencia Momuri, explicó que muchos casos están relacionados con el fenómeno conocido como gogatsubyō, que hace referencia a renuncias motivadas por problemas psicológicos.
EXCESIVAS HORAS LABORALES Y PROBLEMAS DE SALUD METAL
El país nipón enfrenta una crisis relacionada con el exceso de trabajo. Según un informe de 2015 de la Asociación de Formación para la Productividad en el Extranjero de Japón (AOTS), un 20% de los empleados de entre 30 y 40 años trabaja entre 49 y 59 horas a la semana, superando ampliamente las 40 horas semanales estipuladas como máximo por la ley.
Este ritmo de vida ha derivado en problemas graves de salud mental y física, al punto de que existe un término específico para las muertes provocadas por exceso de trabajo: karoshi. Este fenómeno, reconocido oficialmente en Japón desde 1987, sigue siendo una problemática de salud pública.