En un tenso contexto diplomático, el presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, aseguró este miércoles en Doha que su país no desea una guerra con Israel. Sin embargo, fue claro al advertir que cualquier agresión será respondida con mayor fuerza. Esta declaración ocurre tras un ataque con misiles balísticos lanzados por la Guardia Revolucionaria iraní sobre Israel, en represalia por el asesinato de Ismail Haniyeh, líder de Hamás, y otros altos mandos en Beirut.
"NO BUSCAMOS GUERRA, PERO RESPONDEREMOS CON FUERZA"
Pezeshkian, quien se encontraba en Doha participando en el Foro de Diálogo de Cooperación Asiática, afirmó en una rueda de prensa que Irán se ha visto obligado a actuar. "No buscamos guerra ni derramamiento de sangre", dijo junto al emir catarí, Tamim bin Hamad Al Thani. Sin embargo, subrayó que Israel es quien está provocando la escalada de tensiones, forzando a Irán a tomar represalias tras los ataques recientes. "Si Israel nos ataca, responderemos con más fuerza y severidad", advirtió el mandatario.
El ataque de anoche, según fuentes iraníes, fue una respuesta directa a la muerte de Haniyeh, el líder de Hizbulá, Hasán Nasrala, y el general de brigada de la Guardia Revolucionaria iraní Abbas Nilforushan en Beirut, quienes fueron asesinados el pasado sábado.
ALERTA EN LA REGIÓN Y NUEVAS ADVERTENCIAS
El presidente iraní también lanzó una advertencia a los países de la región, señalando que considerará como "enemigo" a cualquier nación que permita a Israel utilizar su espacio aéreo para futuros ataques. Esta declaración pone en alerta a varios países vecinos que podrían verse involucrados en una escalada bélica.
Por su parte, el emir Al Thani pidió a la comunidad internacional que asuma su responsabilidad para detener lo que llamó "las brutales hostilidades de Israel" contra el Líbano y Gaza. Catar continúa con sus esfuerzos de mediación, en conjunto con Estados Unidos y Egipto, para alcanzar un alto el fuego en Gaza, aunque las tensiones siguen aumentando.