El presidente del Gabinete Ministerial, Gustavo Adrianzén, se pronunció sobre las declaraciones del dictador Nicolás Maduro, quien acusó a Perú de tener unos supuestos “centros de entrenamiento” de manifestantes antigubernamentales.
“Lamentable tener que escuchar declaraciones de esta naturaleza que no hacen sino profundizar la situación de crisis a la que Venezuela ha conducido las relaciones entre dos naciones hermanas históricamente”, indicó el premier en una conferencia de prensa después del Consejo de Ministros.
Adrianzén recalcó que en Perú viven cerca de 1,5 millones de venezolanos “que han sido acogidos” luego de verse obligados a salir de su país por la crisis humanitaria que atraviesan “como consecuencia del desgobierno que allí reina”.
“Por otro lado, nosotros no somos centro de entrenamiento de nada que tenga que ver con la criminalidad, por el contrario, con profunda tristeza y pesar, hemos podido comprobar que muchos crímenes cometidos en los últimos meses tienen su origen en ciudadanos de esa nacionalidad (venezolanos). Eso no debería afectar al buen hacer la comunidad de emigrantes venezolanos en nuestro país”, añadió.
Finalmente, el funcionario señaló que no le corresponde al Gobierno peruano continuar pronunciándose sobre los “improperios” del régimen Maduro, a quien evitó mencionar de forma directa.
¿QUÉ DIJO MADURO?
Miles de venezolanos han salido a las calles a protestar después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) declarara formalmente a Nicolás Maduro como el ganador de las últimas elecciones, una contienda presidencial empañada por acusaciones de fraude electoral.
Ante esta situación, Maduro, la cabeza del régimen chavista, acusó a Perú y Chile de contar con “centro de entrenamientos” para manifestantes antigubernamentales.
“Todos los (manifestantes) que fueron capturados en los destrozos” en el estado de Nueva Esparta “vienen entrenados de Chile y Perú, (de) centros de entrenamiento en Chile y Perú”, dijo a la prensa local.
(Con información de EFE)