Un reciente estudio, realizado por la Universidad de California, ha identificado la presencia de arsénico, plomo y otros metales tóxicos en diversas marcas de tampones disponibles en el mercado de Estados Unidos y algunos países europeos. Publicado en la revista Environment International, el análisis abarcó 18 líneas de productos de hasta 14 marcas diferentes, en las cuales se revela "concentraciones de varios metales tóxicos" en estos artículos de higiene femenina.
Vale mencionar que, entre el 50% y el 80% de las mujeres que menstrúan utilizan tampones regularmente en el país norteamericano. En esa línea, la investigación hace hincapié en la seguridad de estos objetos, dado que la piel vaginal presenta una mayor capacidad de absorber sustancias químicas en comparación con otras áreas del cuerpo.
“Hasta donde sabemos, este es el primer artículo que mide los metales en los tampones. Es preocupante que hayamos encontrado concentraciones de todos los metales que analizamos, incluidos metales tóxicos como el arsénico y el plomo”, declaró Jenni A. Shearston, autora principal del estudio.
GRAVES CONSECUENCIAS
Los metales detectados, que incluyen arsénico, plomo, mercurio y cadmio, han sido previamente vinculados a serias afecciones de salud, como demencia, infertilidad, diabetes y diversos tipos de cáncer. Además, estos compuestos pueden dañar órganos vitales como el hígado y los riñones, y afectar negativamente los sistemas cardiovascular, nervioso y endocrino, así como la salud materna y el desarrollo fetal.
Los investigadores evaluaron los niveles de 16 metales en total y planean realizar estudios futuros para determinar qué cantidad de estos componentes pueden filtrarse de los tampones y ser absorbidos por el cuerpo.
