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Hace 3 días

¿Por qué viajar se ha convertido en una fuente de estrés en la actualidad?

Viajar debería representar diversión y relajación. Sin embargo, en estos últimos tiempos, las vacaciones se han convertido en sinónimo de estrés para algunos.

¿Por qué viajar se ha convertido en una fuente de estrés en la actualidad?

Viajar debería representar diversión y relajación. Sin embargo, en estos últimos tiempos, las vacaciones se han convertido en sinónimo de estrés para algunos.




En la actualidad, y por lo general, los viajes se han convertido en una réplica miniaturizada de la vida cotidiana, que puede llegar a reducirse en estrés con un paisaje bonito. Esto ha llevado a que los viajeros, exhaustos, clamen por vacaciones de sus propias vacaciones.

VIAJAR MAL: LA ANSIEDAD DEL VIAJERO MODERNO

La mayoría enfrenta el problema de negociar con webs comparativas de precios, excursiones organizadas y hordas de turistas.

Una encuesta de Evaneos, citada por el diario El País, revela que el 60% de los españoles siente la necesidad de estar conectados a las redes sociales durante sus vacaciones y el 83% teme quedarse sin cobertura. La ansiedad por compartir cada momento y la imposibilidad de desconectar del trabajo consumen los nervios.

LA TECNOLOGÍA: ¿AMIGA O ENEMIGA?

Elena García Donoso, escritora y conferenciante especializada en viajes, destaca el valor de la tecnología pero advierte de sus excesos. "No hay nada de malo en hacer fotos, lo que sí es malo es viajar solo para hacer fotos", señala. La tecnología debe ser una herramienta que mejore el viaje, no al revés.

Por su parte, Clara Estrems, autora del blog "Las sandalias de Ulises", explica que las redes sociales a menudo presentan una visión sesgada y manipulada de los destinos. "Nos ayuda a conocerlo, sí, pero no es suficiente para preparar un viaje", sostiene.

LA PLANIFICACIÓN: UN EQUILIBRIO DELICADO

Además, la planificación excesiva o insuficiente puede convertir un viaje relajante en una fuente de estrés. Lorenzo Ritella, de GuestReady, indicó a El País que los españoles suelen reservar con poca antelación, a menudo un mes y veinte días antes del viaje. En contraste, los americanos y alemanes planifican con mucha más antelación.

EL ALOJAMIENTO: EVITAR SORPRESAS DESAGRADABLES

Por otro lado, Lorenzo Ritella indica que es importante de hacer preguntas claras sobre el alojamiento para evitar sorpresas. La arquitecta Ana Irisarri comparte su experiencia de reservar un alojamiento barato en Roma, que resultó ser un desastre. Finalmente, la queja persistente y la lectura de la letra pequeña le valieron una estancia en un hotel de cinco estrellas.


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