Por un amplio margen, Claudia Sheinbaum venció en las elecciones presidenciales de México y se convirtió en la primera mujer presidenta de la historia en dicho país tras superar a los candidatos Xóchitl Gálvez Ruíz y Álvarez Máynez.
Aunque todavía no es oficial, la candidata fue consagrada luego que su rival inmediata le concediera el triunfo, pues minutos antes había sido proclamada como virtual presidenta por el conteo rápido de votos oficial.
El Instituto Nacional Electoral (INE) de México informó que Sheinbaum obtuvo más del 57% de los sufragios, porcentaje que marcaban una tendencia que Xóchitl Gálvez Ruíz y Álvarez Máynez ya no podrán descontar.
Sheinbaum propone un combarte contra la violencia protagonizada por los cárteles de la droga, la mejora de la economía que sufre déficit fiscal y baja inversión directa extranjera, resolver la crisis causada por la migración indocumentada y la decisión política de renovar los vínculos bilaterales con Estados Unidos.
DESAFÍOS EN MEDIO DE LA VIOLENCIA
La presidenta electa tiene una importante misión con el delito organizado que enfrenta el país. La criminalidad se erigió en estas elecciones y varios candidatos terminaron asesinados por sicarios, en el último año asesinaron a 38 candidatos y se computan al menos 320 hechos violentos contra políticos, acorde al monitoreo que realiza la consultora Laboratorio Electoral.
Así también, la crisis humanitaria causada por la migración indocumentada impacta en la campaña electoral de Estados Unidos y afecta la política doméstica de México. Para Sheinbaum, la política que propone es un mecanismo de cooperación regional y rechaza el cierre de la frontera como medida in extremis.
