Este martes 14 de mayo, nuestro astro solar produjo su mayor erupción en casi dos décadas, luego que en los últimos días se produjeron tormentas solares que azotaron la Tierra y generaron deslumbrantes auroras boreales en lugares donde no suelen producirse estos fenómenos meteorológicos.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés) actualizó la información y aseguró que el fenómeno solar aún no ha terminado. Esta sería la mayor llamarada de este ciclo solar en 11 años, el cual se acercaría a su punto más álgido, según la NOAA.
De acuerdo a la entidad, nuestro planeta no sería afectado directamente por esta potente erupción, pues se produjo en una parte del Sol que gira lejos de la Tierra.
La NASA, por medio de su Observatorio de Dinámica Solar, captó el brillante destello de la llamarada de rayos X, la cual ha sido clasificada en la escala de X8.7, sin embargo, podría ser más fuerte cuando los científicos recopilen datos de otras fuentes.
CONSECUENCIAS EN LA TIERRA
Según la NASA, la tormenta geomagnética, que lleva casi una semana de erupciones y eyecciones masivas de plasma coronal, generó que uno de sus satélites medioambientales girara inesperadamente debido a la altitud reducida por el clima espacial, y entrara en modo de hibernación protectora, En la estación Espacial Internacional, se aconsejó a los siete astronautas que permanezcan en zonas con un fuerte blindaje contra la radiación.