Los tatuajes son una forma de expresión personal muy popular, pero un estudio reciente llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Binghamton en Nueva York ha generado preocupación sobre la seguridad de las tintas utilizadas.
El estudio examinó 54 tintas de tatuaje de marcas estadounidenses reconocidas y fabricantes más pequeños, y encontró que la mayoría de ellas presentaba discrepancias en las etiquetas, ocultando aditivos y pigmentos no declarados.
¿QUE FUE LO QUE SE HALLÓ?
Una de las sustancias más comunes encontradas fue el polietileno glicol (PEG), utilizado para tratar el estreñimiento. Sin embargo, la exposición prolongada al PEG puede tener efectos perjudiciales, como insuficiencia renal o cardíaca.
Otro ingrediente no mencionado en las etiquetas fue el propilenglicol, asociado con irritación de la piel y reacciones alérgicas.
Además, se encontró butilhidroxitolueno (BHT), un conservante alimentario que puede afectar el sistema endocrino y los niveles de testosterona, así como afectar la calidad del esperma. También se identificó la presencia de hexametilentetramina, un antibiótico utilizado para tratar infecciones del tracto urinario.
Otros ingredientes no declarados incluían el 2-fenoxietanol, un agente antimicrobiano, y el 1-butanol, un solvente y combustible que puede provocar irritación en los ojos, pulmones y piel.
