China causa polémica. Un equipo de científicos chinos anunció la primera clonación de una cría de gato usando únicamente equipamientos, reactivos y consumibles chinos.
El felino nació por parto natural mediante gestación subrogada y se efectuó en una base de clonación de células somáticas de mamíferos, establecida entre la Universidad Agrícola de la ciudad de Qingdao y una empresa privada.
A diferencia de anteriores procesos de clonación animal en China, como el gato clonado Garlic, que nació en 2019, la mayoría de reactivos y equipamiento se compraban a empresas extranjeras, pero las restricciones tecnológicas llevaron al gigante asiático a buscar soluciones.
“El nacimiento de este gato clonado demuestra que China tiene una cadena industrial completa en el campo de la clonación animal”, señaló Zhao Minghui, profesor asociado de la universidad que participó en el proyecto.
OPORTUNIDAD COMERCIAL
En el gigante asiático, más dueños de mascotas que no pueden soportar el dolor de perderlas están dispuestos a pagar mucho dinero solo para conservarlas, con ese ánimo científicos chinos buscan una oportunidad comercial para la clonación de animales.
“Se espera que el nuevo hito reduzca en gran medida el costo de la clonación de animales y contribuya aún más a la comercialización de la industria”, señaló Zhao.
El precio en el mercado de un gato clonado ronda los 250 mil yuanes (US$35 mil), un perro clonado ronda por los 380 mil yuanes (US$53.200), de acuerdo a información de los medios locales.
ENTRE LA POLÉMICA
China ya ha realizado anteriormente avances en el campo de la clonación, donde ha registrado hitos como el nacimiento del primer ejemplar clonado de lobo salvaje ártico el año pasado, o en el 2018 usaron la misma genética de la famosa oveja Dolly para crear dos primates genéticamente idénticos.
En 2019 el país estuvo bajo una fuerte polémica generada por el científico He Jiankui, quien afirmó que había conseguido crear los primeros bebés humanos manipulados genéticamente para resistir el VIH. Este caso llevo a que el científico termine en prisión por un periodo de tres años.