El pasado 15 de octubre, el príncipe Christian de Dinamarca celebró su mayoría de edad a lo grande a acompañado de decenas de invitados. No obstante, la mañana siguiente trajo consigo una sorpresa inusual como el mismísimo cuento de hadas.
Mientras el personal del palacio Christiansborg en Copenhague se afanaba en limpiar después de que los invitados ya se habían retirado, se encontró un solitario zapato dorado en las escaleras del palacio. El hallazgo evocó inmediatamente la famosa historia de "La Cenicienta".
La familia real danesa para encontrar a la dueña del zapato lanzó un comunicado al día siguiente acompañado de una imagen del zapato olvidado, preguntando en tono humorístico: "¿Será que Cenicienta dejó atrás su zapato anoche? Cuando los invitados a la mesa de gala de Su Majestad la Reina se retiraron, este zapato de tacón solitario quedó abandonado en el castillo de Christiansborg", escribieron.
La intriga detrás del zapato dorado fue despejada cuando la televisión danesa TV2 reveló que la misteriosa invitada era Anne-Sofie Toernsoe Olesen, una joven de Egedal, al norte del país. En una entrevista en vivo, Anne-Sofie admitió que dejó deliberadamente el zapato en el palacio a propósito.
"Todo el concepto del cumpleaños del príncipe ha sido una especie de cuento de hadas, así que me pregunté si debíamos hacerlo real", señaló.
Agregó: "Pensé que simplemente no podía ser y que tenía que conseguirlo, así que cuando mi amiga y yo salimos de Christiansborg por las escaleras, lo dejé caer rápidamente y me apresuré a marcharme para que nadie pudiera detenerme".
INVITADOS
Es importante recordar que la celebración no solo atrajo la atención de casas reales europeas con sus herederas, sino que también contó con la participación de 200 jóvenes daneses de 18 años, seleccionados por sorteo por un comité experto para formar parte de esta memorable celebración.
