Cruzar el Darién se ha convertido en un desafío obligado para los migrantes que huyen de la pobreza, el hambre y la falta de oportunidades en sus países de origen. El llamado sueño americano es su objetivo final. En algunos casos, las familias logran completar su viaje, mientras que otras llegan hasta Panamá para luego ser deportadas a sus países de origen.
Dimitri y Mikaela, una pareja de haitianos, decidieron emprender este peligroso viaje a pesar de tener una vida estable en Brasil. Según el diario El Tiempo, la familia de Dimitri y Mikaela, compuesta por diez personas, ahorró durante años con el objetivo de llegar a Estados Unidos. Sin embargo, el devastador terremoto de 2010 en Haití agravó su situación, dejando insuficientes sus ingresos familiares.
En 2023, la familia decidió emprender el largo viaje hacia Estados Unidos. A pesar de las ofertas para llegar "más rápido y seguros" a Estados Unidos, Dimitri rechazó de manera contundente propuestas como pasar droga. Durante su travesía, se hospedaron con una familia en el barrio El Caribe, en Colombia, pagando 5 dólares la noche por persona.
UN DURO VIAJE
A pesar de las barreras del idioma, ambas familias formaron un lazo fraternal. El 3 de junio, Dimitri, Mikaela y su familia emprendieron el peligroso camino del Darién. A pesar de los riesgos y dificultades del viaje, que no garantizaba llegar a su destino, la familia haitiana pagó alrededor de 2.450 dólares por el viaje.
El camino a través del Darién fue un calvario, con lluvias constantes, barro que dificultaba el camino y ríos que solo se podían cruzar formando "cadenas humanas". Además, tuvieron que enfrentarse a las mafias del Clan del Golfo que controlan la zona. Durante el viaje, ocurrió una tragedia. Al cruzar un río, el hijo menor de Dimitri y Mikaela cayó al agua y fue arrastrado por la corriente, al igual que su tío y los abuelos que intentaron rescatarlo.
A pesar de esta terrible pérdida, la pareja y su otro hijo tuvieron que seguir adelante. Contra todo pronóstico, lograron llegar a Miami, Estados Unidos, donde ahora inician una nueva etapa en sus vidas y esperan un nuevo integrante en la familia. La historia fue compartida por la familia colombiana que hospedó a Dimitri y su familia durante su viaje.
A principios de septiembre recibieron noticias de Dimitri a través de Messenger, donde se enteraron de la odisea que había terminado con la desaparición de cuatro miembros de la familia haitiana.
