La muerte de Diana Spencer, más conocida como la "princesa del pueblo" o "Lady Di", ha marcado un momento crucial en la cultura popular del siglo XX. La tragedia que puso fin a la vida de esta figura amada no sólo dejó un vacío en los corazones de millones de admiradores en todo el mundo, sino que también planteó numerosas interrogantes y cuestionamientos sobre las circunstancias exactas de su fallecimiento.
El fatal accidente automovilístico que ocurrió en la madrugada del 31 de agosto de 1997 en las calles de París es recordado ahora, 26 años después, con una mezcla de tristeza y sospecha. Las diversas investigaciones que se llevaron a cabo apuntan a varias causas, incluyendo la velocidad excesiva y la implacable persecución de los paparazzi. Sin embargo, algunos todavía sostienen la creencia de que hubo influencias oscuras en juego.
SUS ÚLTIMOS MOMENTOS
Diana se encontraba en el automóvil con su novio, Dodi Al Fayed, su chofer y un guardaespaldas. Los informes de aquella noche cuentan esta tragedia como una desesperada huida, donde fueron perseguidos por fotógrafos con el afán de conseguir una foto de la famosa princesa. Después de chocar a una velocidad de entre 128 a 136 km/h contra un pilar de concreto del túnel del puente Pont de L'Alma, el auto quedó destrozado.
En el acto murieron Dodi Al Fayed y el chofer, mientras que Diana falleció en el hospital a causa de graves heridas internas. El guardaespaldas fue el único sobreviviente. La tragedia provocó un escándalo en el Reino Unido y el resto del mundo, dando lugar a una serie de teorías de la conspiración que apuntaban directamente a la familia real británica.
Mohammed Al Fayed, el padre de Dodi, se convirtió en el portavoz de estas afirmaciones, sosteniendo que existió una conspiración para asesinar a su hijo y a Lady Di para evitar la "vergüenza real" que implicaba su relación. No obstante, las exhaustivas investigaciones realizadas por las autoridades en Francia y el Reino Unido llegaron a una conclusión unánime: la muerte de la princesa Diana fue un accidente, en el que el alcohol y una persecución frenética de los paparazzi jugaron un papel crucial.
RUMORES CONTINUARON
Las pesquisas no lograron acallar los rumores que aún persisten 26 años después. La muerte de la princesa del pueblo también disparó un manto de conmoción y duelo sin precedentes, con millones de personas en todo el mundo llorando su pérdida.
La capacidad de Diana para conectar con la gente común, su lucha contra la bulimia y su rebeldía frente a la realeza convirtieron su vida y muerte en un hito en sí mismos. Cabe señalar que los hijos de Diana, William y Harry, siguen llevando una carga emocional intensa después de la trágica muerte de su madre. Han mantenido una crítica muy severa contra los medios de comunicación, a quienes culpan de alimentar el clima que desembocó en la muerte de su madre.
