El análisis del genoma de 413 nuevas infecciones por covid-19 en Pekín durante el período de tiempo en que China levantó sus políticas más estrictas de control de pandemias apunta a que todas fueron causadas por variantes existentes.
Esta es la principal conclusión de un estudio publicado en la revista The Lancet, en el que sus autores señalan que los resultados pueden considerarse "una instantánea" del estado actual de la pandemia en ese país.
"Dado el impacto que las variantes han tenido en el curso de la pandemia, era importante investigar si habían surgido otras nuevas tras los recientes cambios en las políticas de prevención y control de la covid-19 en China", afirma el autor principal George Gao, del Instituto de Microbiología de la Academia China de las Ciencias.
El análisis sugiere que dos subvariantes conocidas de ómicron han sido las principales responsables del actual repunte en Pekín, y probablemente en China en su conjunto.
"Sin embargo, con la actual circulación a gran escala de la covid-19 en China, es importante que sigamos vigilando de cerca la situación para que cualquier nueva variante que pueda surgir se detecte lo antes posible", resume el investigador.
Para este trabajo, los autores analizaron muestras de covid-19 detectadas en Pekín en 2022. Así, de un total de 2.881 secuencias de alta calidad incluidas en el estudio, se seleccionaron al azar 413, que se secuenciaron entre el 14 de noviembre -cuando empezaron a aumentar bruscamente las infecciones- y el 20 de diciembre de 2022. De ellas, 350 eran casos locales y 63 importados.
El análisis de las 413 secuencias reveló que todas ellas pertenecen a variantes de la covid-19 existentes y conocidas.
La variante dominante en Pekín después del 14 de noviembre de 2022 fue la BF.7, responsable del 75,7 % de las infecciones locales. Otra subvariante de ómicron, BA5.2, fue responsable del 16,3 % de los casos locales.
Los casos importados durante el mismo período involucraron en su mayoría a variantes distintas de las dominantes en Pekín.