Tras una exhaustiva selección, Clare Ballantyne, Mairi Hilton, Lucy Bruzzone y Natalie Corbett fueron elegidas para gestionar una oficina de correos situada en la lejana Antártida, concretamente en Port Lockroy, en el islote Glouder.
Desde su llegada, estas guapas y dinámicas muchachas han convertido la antigua base militar y estación de investigación del Reino Unido, en una acogedora y eficiente oficina de correos, que también funciona como museo y tienda de regalos.
Lugar turístico
La principal función de este lugar es enviar las postales que dejan los turistas que vienen a recorrer esta isla. Port Lockroy es el destino muy popular de la Antártida, que cuenta con aproximadamente 18.000 visitantes cada año.
El espectacular paisaje compensa en parte las duras condiciones que afrontan estas mujeres. Viven sin agua corriente, no tienen conexión a Internet por la lejanía del lugar. Por ello, cuando llegan cruceros y barcos aprovechan para ducharse y comunicarse con sus seres queridos a través del Wifi de la embarcación.
Hermoso paisaje
Además, están sujetas a la incertidumbre climática de la Antártida. “Nunca se sabe lo que traerá el día”. Si llegará un barco, si va a haber una tormenta. Pese a ello están contentas de disfrutar con la esencia que brinda el lugar:
“Todas las mañanas, cuando subes los escalones nevados del edificio de correos, puedes observar las montañas y los icebergs en el canal que nos rodea, es simplemente hermoso y ver a los pingüinos te hace sonreír”, señalan, informa AS.com.