La vicepresidente de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner ha sido condenada a 6 años de prisión por administración fraudulenta en perjuicio de administración pública e inhabilitación perpetua a ejercer cargos públicos, por haber otorgado 51 obras publicasen en concesión, a firmas del empresario Lázaro Báez en la provincia de Santa Cruz.
La vicepresidenta escuchó vía telemática la sentencia en su contra, donde el veredicto final del Tribunal Oral Federal 2, en la causa conocida como Vialidad en contra de la también exmandataria del estado argentino, se sustenta por los delitos de asociación ilícita y administración fraudulenta.
Tras conocer la sentencia, la senadora dijo que no es una condena por leyes de Constitución Nacional y administrativas y, consideró la sentencia en su contra como una mafia del estado y judicial, además de rechazar las acusaciones en su contra.
"Está claro que la idea era condenarme (...) Ningunas de las aseveraciones, ¡de las mentiras! [enfatizó], que dijeron los fiscales Luciani y Mole en su alegato histriónico eran ciertas. Hablé de la idea de partido judicial. Por una deformación juvenil, de lectora, de analizar. Y es mucho más simple: no es partido. Es un Estado paralelo y una mafia, mafia judicial", expresó.
PEDIDO FISCAL
En principio la fiscalía había pedido para ella 12 años de prisión al considerarla “jefa de una asociación ilícita”, además de también inhabilitación política para ejercer cargos públicos. Respecto a lo último, Kirchner dijo que más allá de una sentencia condenatoria, seguirá en política. Junto a ella también fueron condenados otras siete personas, las cuales recibieron penas entre 4 y 6 años de cárcel.