Las multitudinarias protestas en China y las estrictas medidas para aplacar la COVID-19 en el gigante asiático tiene graves consecuencias que ya están llegando a afectar a Apple. Foxconn, la planta donde se produce el último modelo de la ‘manzana’, iPhone 14 Pro y Pro Max, estaba operando a una capacidad "significativamente reducida".
De acuerdo a medios locales, los trabajadores de dicha planta se quejaron de que los contagios seguían produciéndose y que ni siquiera había suficiente agua y medicación por las restricciones, ante esta situación muchos optaron por dejar su trabajo y regresar a sus hogares.
OFRECIERON AUMENTAR HASTA 10 VECES EL SUELDO
Ante la fuga masiva de trabajadores, Foxconn intentó convencerlos de quedarse ofreciéndoles hasta diez veces sus sueldos, sin embargo, ante el aumento de contagios, la fábrica acabó activando un modo de confinamiento que terminó siendo más estricto.
Los trabajadores, que duermen en las residencias dentro del campus industrial de Zhengzhou de Foxconn, al ver que la empresa no cumplía sus promesas de pagar sueldos y horas extras, terminaron rebelándose y se produjeron altercados violentos con los agentes de seguridad que se vieron superados en número.
Luego de este episodio, Foxconn terminó por dar el finiquito a los empleados que querían dejar en empleo, por lo que se estima que más de 20 mil trabajadores se marcharon, lo que tendrá un impacto directo en la producción.
SEIS MILLONES MENOS DE IPHONE
De acuerdo a Bloomberg, estos problemas han afectado la fabricación de iPhone 14 Pro y Pro Max, pues fuentes cercanas a las operaciones de producción revelaron que se podrían fabricar seis millones menos este año, pero todo depende de cómo evolucionen los confinamientos y cómo se recupere el ritmo de producción.
Con información de Xataka.
