Un recluso de 50 años fue ejecutado en Oklahoma, Estados Unidos, luego que el gobernador rechazara tajantemente una recomendación de clemencia de la junta de indultos de este estado.
James Coddington fue ejecutado, la tarde de ayer, mediante inyección letal en la penitenciaría estatal de McAlester, pese a las masivas protestas de organizaciones defensoras de derechos humanos.
Mató a su amigo
El criminal, con antecedentes de violencia, fue condenado a muerte por el asesinato en 1997 de un amigo, Albert Hale, de 73 años, que se había negado reiteradamente a darle dinero para comprar drogas.
La Junta de Indultos y Libertad Condicional de Oklahoma recomendó la medida de gracia para Coddington, pero el gobernador Kevin Stitt lo negó. Esta fue la décima persona ejecutada en EEUU este año. (AFP)