La Policía de Nicaragua ingresó esta mañana a la fuerza al Palacio Episcopal de la Diócesis de Matagalpa (norte) y arrestó al obispo Rolando Álvarez, así como a siete de sus colaboradores, se desconoce el lugar donde fueron trasladados.
Álvarez, de 55 años, es acusado de intentar "organizar grupos violentos", supuestamente "con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales", aunque de momento no han ofrecido pruebas.
Criticas al Gobierno
El religioso, un crítico del Gobierno del presidente Daniel Ortega, fue detenido con violencia junto a los sacerdotes José Díaz y Sadiel Eugarrios, primer y segundo vicario de la catedral de Matagalpa de San Pedro, y siete seminaristas.
El obispo auxiliar de Managua y exiliado, Silvio Báez, condenó el arresto y pidió a las autoridades liberar y respetar la dignidad de Álvarez. Diversos colectivos civiles mostraron su indignación por lo sucedido a través de las redes sociales.
Fricciones Estado - Iglesia
La detención de Álvarez es el más reciente roce en una historia de fricciones entre la Iglesia católica nicaragüense y el presidente Ortega. En lo que va de año, el Gobierno ha expulsado y encarcelado a varios religiosos, cerrado radioemisoras católicas y retirado de la programación de la televisión por suscripción tres canales católicos.