Este jueves, Beijing regresaba a la actividad a medio gas, tras varios días festivos, con calles casi desérticas y millones de personas haciendo teletrabajo en medio de una escala de restricciones por un brote de coronavirus en la capital china.
El gigante asiático mantiene su estrategia “cero covid”, que consiste en test masivos, fuertes restricciones a la movilidad internacional y confinamientos como el aplicado desde hace semanas en Shanghái, su principal centro económico.
Pese a que en la capital la cifra de contagios es mucho menor, solo 50 nuevos casos registrados el jueves, las autoridades han aplicado numerosas restricciones para frenar las infecciones y evitar un brote como el de la metrópolis meridional.
Hoy, en el primer día laborable, los distritos de Chaoyang, el más poblado de Beijing con unos 3,5 millones de residentes, y Tongzhou urgieron a sus locales a teletrabajar. Las autoridades cerraron los accesos de estaciones de metro, prohibieron comer en restaurantes e ir al gimnasio.
REPERCUSIONES EN LA ECONOMÍA
En las últimas semana, el gigante asiático se ha visto remecido por un fuerte brote de covid-19 que ha tenido su epicentro en Shanghái, con más de 4.600 nuevos casos el jueves a pesar del confinamiento en la capital económica china.
Cabe señalar que decenas de ciudades en China están aplicando confinamientos totales o parciales o medidas restringiendo la movilidad. Además, urbes importantes como Hangzhou o Beijing han ordenado test masivos a toda su población.
Los ingresos por el turismo interno durante los cinco días festivos por el Día de los Trabajadores cayeron en un 40 % respecto al año anterior. Un estudio de la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China aseguró que esta gestión ha hecho perder al gigante asiático “gran parte de su atractivo” para empresas europeas.