La pandemia por el SARS CoV-2, o como conocemos todos COVID-19, y la actual guerra en Rusia y Ucrania dejan sus efectos en la conmocionada economía mundial.
Esos son los factores que cooperan para apuntalar sus malas previsiones sobre el aumento del costo de la vida a escala mundial, según el Banco Mundial, donde, además, la inflación agudizará también la crisis de inseguridad alimentaria en numerosos países.
De acuerdo con las estimaciones del organismo multilateral, esta alarmante alza se prorrogará hasta 2024. Los efectos de la guerra en Ucrania han disparado los precios de la energía y los alimentos y por otro lado los últimos confinamientos por rebrotes de coronavirus en ciudades chinas como Shanghái empeoran el panorama y están detrás de la creciente inflación a escala mundial.
Sobre Rusia y Ucrania se sabe que son dos de los principales exportadores mundiales de recursos energéticos y materias primas.
Cabe señalar que, para el Banco Mundial, hasta 2024 el costo de los productos agrícolas y minerales está previsto que crezca un 20%, aunque depende de cuánto se extienda el conflicto armado en Ucrania y de cuánto se prolonguen las sanciones económicas a Rusia.
