Cerca de 30 millones de personas han vuelto a sus viviendas este martes 15 en China ante el mayor brote de COVID-19 en dos años. Este problema ha llevado a las autoridades sanitarias a realizar pruebas masivas a una escala que no se había visto desde el inicio de la pandemia.
Duras normas para combatir el Covid
Mediante drásticas restricciones, se consiguió contener las infecciones después de la primera ola nacida a finales de 2019 en la ciudad de Wuhan, sin embargo, se han reportado múltiples brotes vinculados a la llegada de la variante ómicron.
Este martes es el sexto día consecutivo en que el balance de casos diarios supera el millar de contagios.
Las cifras son pequeñas si se comparan con las de otros países, pero bajo la estrategia china de “cero COVID” hasta el brote mínimo es enfrentado con medidas severas.
Ciudades fantasmas
El país reportó 5.280 casos del nuevo coronavirus en las últimas 24 horas, la cifra más elevada desde la primera ola de la pandemia a principios de 2020, según datos de la Comisión Nacional de Salud (CNS).
Al menos 13 ciudades chinas se enfrentan a confinamientos totales y varias otras tienen cierres parciales.
Como, por ejemplo, la provincia nororiental de Jilin que fue la más golpeada y se registran más de 3.000 casos, según los medios de prensa chinos.
Otra metrópolis es la capital provincial de Changchum, se informa que hay nueve millones de habitantes, así como otras ciudades, los habitantes están obligados a estar en sus casas.
