La variante ómicron del COVID-19, que hace dos semanas sólo había sido detectada en un 1,6 % de los casos en el mundo, ya está presente en un 58,5 % de los análisis de laboratorios, por lo que ha superado a la variante delta y se ha convertido en la dominante a nivel mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En el informe epidemiológico semanal publicado por la OMS, se detalla que de los más de 357 000 análisis realizados por la red global de laboratorios GISAID en los últimos 30 días, más de 208 000 detectaron la variante ómicron.
Además, informa que 147 000 (un 41 %), correspondieron a la variante delta, que en el anterior resultado de hace semanas aún concentraba un 96 % de los casos y fue la principal dominante durante el año 2021.
El informe destaca que la variante ómicron es capaz de "evadir la inmunidad", ya que existe transmisión incluso entre vacunados y personas que habían superado con anterioridad la enfermedad y habían desarrollado anticuerpos.
RIESGOS SANITARIOS
La OMS también detalla que existen "crecientes evidencias" de que la variante ómicron es menos grave que formas anteriores de la enfermedad.
No obstante, en otro informe de la OMS publicado hoy martes, la organización indicó que los riesgos sanitarios que presenta la variante ómicron siguen siendo "muy altos", ya que puede producir un aumento en las hospitalizaciones y muertes.
El récord diario de contagios en más de dos años de pandemia mundial, ocurrió el pasado 6 de enero, con más de 2,6 millones de positivos globales, una cifra que la propia OMS reconoce que podría ser mucho mayor en la realidad por los muchos contagios diagnosticados con tests domésticos y no reportados.
Desde entonces, la barrera de los 2 millones de casos se ha superado en varias jornadas, y todavía no se ha confirmado un pico en los contagios, pese a que algunos países primeramente afectados por la variante ómicron, como Sudáfrica, si parecen haberlo alcanzado.
