La farmacéutica estadounidense Moderna defendió el miércoles el uso de dosis de refuerzo de su vacuna contra la COVID-19, basada en nuevos datos de una aparente disminución de su eficacia en el tiempo.
Para ello difundió detalles de un estudio que compara casos de coronavirus registrados entre participantes de sus ensayos clínicos, vacunados entre julio y octubre de 2020.
También se incluye a personas vacunadas entre diciembre de 2020 y marzo de este año, luego de que el producto recibiera la autorización de uso de emergencia.
DISMINUCIÓN PROGRESIVA
La compañía indicó que el número de casos de COVID-19 es claramente mayor en el primer grupo, lo que apuntaría a una disminución progresiva de la inmunidad.
El consejero delegado de la firma, Stéphane Bancel, indicó en un comunicado que esas conclusiones "respaldan la necesidad de refuerzos para mantener altos niveles de protección".
"Esperamos que estos hallazgos sean de ayuda a medida que las autoridades sanitarias y los reguladores siguen analizando estrategias para acabar con esta pandemia", señaló Bancel.
Tanto Moderna como Pfizer, dos compañías con vacunas de ARN mensajero, han presentado recientemente datos a las autoridades estadounidenses para defender una tercera dosis.
Hasta ahora, las dosis de refuerzo se están usando para personas con un sistema inmune debilitado, mientras que no hay una decisión sobre su utilización en la población general.