Haití sigue sumido en un vacío de poder tras el asesinato de su mandatario Jovenel Moïse. Ante esta situación, el primer ministro interino, Claude Joseph, pidió a los Estados Unidos la intervención de sus tropas militares para estabilizar la situación en medio de una crisis política, social y de seguridad en la nación más pobre del continente americano.
"Definitivamente necesitamos asistencia y hemos pedido ayuda a nuestros socios internacionales. Creemos que nuestros socios pueden ayudar a la Policía nacional a resolver la situación", señaló Joseph a medios internacionales.
Tras esta solicitud, por su parte, la Casa Blanca informó que enviaría a miembros del Buró Federal de Investigaciones (FBI), para que colaboren con la investigación del asesinato, un crimen que ha acentuado la instabilidad política, social y económica en Haití.