Anoche, un numeroso contingente policial puso fin a una macrofiesta que reunió a más de 400 personas cerca de la localidad de Dijon, en el centro-este de Francia, y detuvo al presunto organizador del evento.
La reunión tuvo lugar en un hangar en desuso. El prefecto de la región, Fabien Sudry, condenó el evento "totalmente irresponsable en el marco de la situación sanitaria que vive el país por la pandemia de Covid-19".
Esta macrofiesta, es una de las tantas actividades que se desarrollan clandestinamente en distintas ciudades del país, pese a las alarmantes cifras de fallecidos e infectados por el coronavirus que se registran todos los días
En Francia, los comercios no esenciales están cerrados desde octubre pasado e impera un toque de queda a partir de las 19h00. El Gobierno anunció esta semana una gradual y parcial apertura de estos negocios desde este mes.
