El gobierno de Estados Unidos podría empezar a compartir con otros países su inventario de vacunas contra la COVID-19 "antes de que acabe el verano" (junio-septiembre), una vez se aseguren dosis suficientes para toda su población, señaló el presidente Joe Biden.
"Mi esperanza es que, antes de que acabe el verano, estaré hablando con ustedes de que ya tenemos acceso a más vacunas de las que necesitamos para cuidar a cada estadounidense, y estamos ayudando a otros países, países pobres", dijo en un acto en la Casa Blanca.
"Hasta que esta vacuna esté disponible en todo el mundo y estemos ganando al virus en otras naciones, no estaremos completamente seguros", detalló el mandatario.
ACUMULACIÓN
Aunque la Casa Blanca ha acordado con México y Canadá el envío de 4 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca y la Universidad de Oxford (cuyo uso de emergencia aún no se aprueba en el país), no ha respondido solicitudes de otros países respecto a sus excedentes.
Estados Unidos ha adquirido muchas más dosis de las que necesita para inmunizar a toda su población adulta, acumulación que, junto a la de otros países ricos, ha preocupado a los expertos, que advierten que esta brecha puede aumentar el riesgo de que el virus mute.
Aunque Washington cree que a fines de mayo tendrá dosis suficientes para vacunar a todos los estadounidenses adultos, insiste en que debe prepararse para imprevistos y ante la posibilidad de tener que reforzar la de los ya vacunados, o que estas puedan aplicarse en niños.
En tanto, el Ejecutivo estadounidense ha donado 2000 millones de dólares a la plataforma COVAX para el desarrollo y la distribución equitativa de las vacunas, y planea donar otros 2000 millones hasta 2022.
