En el norte de China, en la ciudad de Shijiazhuang, estos días se construye a toda prisa un enorme centro de cuarentena, con capacidad para más de 4 000 personas, con lo que se busca frenar el brote de Covid-19 en esa importante localidad.
Recientemente, la cadena estatal CCTV mostró a los obreros trabajando día y noche para acabar la obra en el menor tiempo posible. Cuando esté terminado, los edificios de cuarentena estarán equipados con baños, wifi y aire acondicionado.
El Gobierno chino había logrado hasta ahora controlar en gran medida el virus en todo el país, mientras el resto del mundo luchaba contra el aumento del número de muertes y los hospitales saturados por la cantidad de contagiados.
Sin embargo, nuevos brotes en las últimas semanas, han llevado a las autoridades chinas a ordenar test masivos, confinamientos estrictos y a prepararse para trasladar pueblos enteros a centros de cuarentena para evitar la propagación del virus.