Con fuertes vientos sostenidos de hasta 150 kilómetros por hora, “Eta” se convirtió en huracán y avanzó por el Caribe con dirección los países de Nicaragua, donde fueron evacuadas 1.650 personas y hacia Honduras, donde las autoridades declararon la alerta amarilla.
Tras su paso se reportaron cuatro muertos por deslaves en Guatemala, incluidos dos menores; que se suman a dos mineros muertos en el Caribe Norte de Nicaragua y a dos menores fallecidas por derrumbes en Honduras.
Este es el décimo segundo huracán de la temporada en el Atlántico y desde este el pasado 3 de noviembre cobró mayor fuerza.
Según el reporte del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC), el paso este huracán provocó inundaciones, deslizamientos y marejadas ciclónicas por las costas de Nicaragua y Honduras.
Cabe señalar que el fenómeno, que avanza sobre las costas del Caribe y amenaza también a El Salvador donde podría, según los pronósticos, tocar tierra.