En el Líbano, el gobernador de Beirut, Marwan Abboud, rompió en llanto durante una entrevista, tras recorrer los sectores afectados por una explosión, que hoy sacudió el puerto de la ciudad.
El funcionario, muy afectado por lo sucedido y por el número de heridos y fallecidos por el violento estallido, calificó el hecho como “un desastre nacional parecido a Hiroshima”.
Según cifras extraoficiales, la deflagración ha dejado decenas de muertos y heridos, entre hombres, mujeres y niños, lo que hizo colapsar los hospitales de la ciudad.