En plena emergencia sanitaria y siendo uno de los países más afectados por el Covid-19, Estados Unidos se enfrenta a una nueva amenaza procedente de Asia, se trata de las llamadas ‘avispas asesinas’.
Estas avispas gigantes, cuyo nombre científico es 'Vespa mandarinia' se avistaron específicamente en Washington, estado que registra más de 7.900 infectados y más de 343 fallecidos por el coronavirus.
En noviembre del 2019, los apicultores del país norteamericano empezaron a mostrar su preocupación tras encontrar cientos de abejas muertas con las cabezas arrancadas. Un mes después conocieron la causa, cuando se avistó por primera vez un avispón asesino.
Los científicos deducen que esta especie invasora comenzó a activarse nuevamente en abril, que es cuando las reinas emergen de la hibernación para construir los nidos y formar sus colonias.
Pero esta situación no sólo es letal para los humanos sino también para las avispas malíferas, cuya polinización resulta clave para el ecosistema.
Pueden llegar a medir hasta 5 centímetros y sus múltiples picaduras podrían matar a un humano. Según la revista ‘Clinical Toxicology’ se estima que en Japón, 50 personas mueren al año a causa de estas picaduras.