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Viernes, 17 de abril del 2020

Estudio revela que el confinamiento aumenta la capacidad humana para detectar sismos

La falta de movimiento causada por la cuarentena a causa del coronavirus COVID-19 permite sentir minisísmos antes imperceptibles.




En Croacia, la sismóloga Laure Fallou observó un fenómeno que no había visto en su vida. Unas 200 personas utilizaron una aplicación en su teléfono móvil para informar de que habían sentido que el suelo temblaba en Zagreb, la capital de esa nación. Lo asombroso, fue que aquel 2 de abril hubo tres sísmos irrisorios, con una magnitud normalmente imperceptible, de entre 0,6 y 1 y el confinamiento de la población por la pandemia parecía aumentar la capacidad humana para detectar terremotos.

“Es una situación sin precedentes”, explica la experta, por la falta de las vibraciones del suelo generadas por la actividad humana, sobre todo por los autos, micros y el metro, y por otros factores naturales, como las olas del mar.

“Lo que se nota, más allá de la reducción del ruido sísmico, es que la gente está en sus casas”, señala Fallou. “El confinamiento también puede aumentar el interés por la sismología de personas que viven en áreas sísmicas”, agregó.

Unas 130.000 personas de todo el mundo utilizan una aplicación en sus teléfonos móviles, denominada LastQuake, para alertar al CSEM de los terremotos que perciben.

Cabe señalar que la paz y tranquilidad en las ciudades provocada por el confinamiento permite ahora estudiar mejor los microterremotos prácticamente imperceptibles.


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