La ciudad de Pekín, la capital china, se ha aislado del mundo en las últimas horas, con medidas drásticas por temor a un nuevo brote de coronavirus, llegado principalmente de otras regiones del país.
Luego de controlar la pandemia, las autoridades prohibieron la entrada de extranjeros al país por temor a los "casos importados", aunque hasta ahora solo se han presentado casos en ciudadanos chinos.
Sin embargo la capital ha dado un paso más con una cuarentena obligatoria de 14 días para la gente que llega de otros partes del país, incluso si han dando negativo en las pruebas de descarte, informa Excelsior.
Una medida estricta que no se aplica en otras ciudades, pero Pekín no es una ciudad como las demás, pues alberga el centro del poder, la medida buscaría proteger a la élite del Partido Comunista.