
En Argentina, la justicia de la provincia de Buenos Aires, la más grande y poblada en esa nación, ha ordenado el arresto domiciliario de 800 presos para facilitar el control de la pandemia por el coronavirus COVID-19 en las cárceles.
El beneficio alcanzará a los detenidos con “riesgo sanitario”: mayores de 60 años, embarazadas o mujeres confinadas junto a sus hijos menores. La condición es que además hayan cometido solo delitos menores no violentos.
Cabe indicar que la medida se limita a la provincia de Buenos Aires, pero la Procuración Penitenciaria de Argentina, que protege los derechos de los presos, ha pedido que el arresto domiciliario alcance también a los detenidos por delitos federales.