En los Estados Unidos, en un laboratorio de Hamilton, en Montana se desarrolló un estudio en el que monos macacos Rhesus fueron utilizados para un experimento en búsqueda de la cura del Síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV), una enfermedad respiratoria vírica causada por otra cepa de coronavirus identificada por primera vez en Arabia Saudita en 2012.
Después de seis días de observación, antes de que los monos fueran sacrificados para estudiar sus órganos, los resultados arrojaron que los animales que fueron tratados previamente a la infección estaban bien, pues los síntomas derivados del contagio del virus disminuyeron.
Con este estudio los científicos tienen la esperanza de poder probar el medicamento con la cepa epidémica Covid-19 (Wuhan), que forma parte de la misma familia de virus y tiene los mismos síntomas.
Pero cabe señalar que antes los científicos aún deben pasar por ensayos en humanos para asegurarse de que el medicamento funcione antes de que pueda comenzar la producción de la vacuna.
