En las costas sirias, Rusia refuerza su presencia. Moscú ha enviado dos buques de guerra equipados con misiles de crucero a aguas de su aliado, Siria, en el Mediterráneo. Estas dos fragatas engrosarán el escuadrón naval ruso tras la muerte de 33 soldados turcos en un ataque en la región de Idlib (noroeste de Siria).
Por su parte Ankara, que también lucha por el control del enclave, ha cargado contra las fuerzas del régimen sirio y sus aliados rusos por el ataque. Mientras, Moscú asegura que sus efectivos no son responsables y ha culpado a Turquía de estar en una zona no debida.
En el grave conflicto directo entre las fuerzas sirias respaldadas por Rusia y Turquía que se libra desde principios de febrero, hasta la fecha más de 50 soldados han fallecido desde principios de mes.
Cabe señalar que la muerte de los 33 soldados marca el mayor número de muertos de Turquía en un solo día desde que intervino por primera vez en Siria en 2016, y es uno de los mayores golpes a sus Fuerzas Armadas en las últimas décadas.