Un sujeto que cumple cadena perpetua por homicidio en una prisión de California, Estados Unidos, mató a golpes a dos reclusos acusados de violar a menores de edad. "Pensé en hacerles un favor a todos", confesó Jonathan Watson.
El hombre reveló que los sujetos fueron trasladados a su celda contra su voluntad, pidió ser llevado a otro pabellón pero rechazaron su solicitud, y tuvo que convivir con los pedófilos que veían todo el día canales infantiles en la televisión.
"Estoy en una posición única en la que a veces tengo acceso a estas personas y tengo muy poco que perder. Estos tipos son la peor pesadilla de cualquier padre, por lo que los maté a golpes", señaló Watson al medio Mercury News.
La primera víctima, David Bobb, de 48 años, falleció el mismo día del ataque y el otro sujeto Graham De Luis-Conti, de 62 años, quien era "un tipo que lo conocen por haber traficado niños" murió tres días después en un centro médico.