En Portugal, el Parlamento ha aprobado tramitar los cinco proyectos de ley presentados sobre la muerte asistida gracias al voto mayoritario de los diputados socialistas. Antes de entrar en vigor esta ley, deberá superar el poder de veto de la Presidencia ese país y recibir el visto bueno del Tribunal Constitucional.
Es la segunda vez que la cámara portuguesa vota una ley para legislar sobre este asunto. La primera fue en 2018, y en esa ocasión se rechazó despenalizar esta práctica en una votación muy ajustada que se resolvió con una diferencia de tan solo lo cinco votos.
Sin embargo, en el nuevo parlamento, los defensores de la eutanasia han obtenido más votos que los contrarios.
Según una reciente encuesta del Instituto Universitario Egaz Moniz, el 50,5% de los portugueses es favorable a la eutanasia, el 25,6% contrario, y el resto, un 23,9%, está indeciso.