El gobierno boliviano negó hoy que esté gestionando el retorno al país de la agencia antidroga estadounidense DEA, expulsada en 2008 por el entonces presidente Evo Morales.
El exmandatario determinó la salida del organismo estadounidense, tras acusarlo de conspirar contra su gobierno, poco después de haber echado del país por el mismo motivo al embajador estadounidense Philip Goldberg.
Un comunicado del Ministerio de Gobierno (Interior) deploró que algunos legisladores cercanos a la mandataria Jeanine Áñez se unan a la oposición en su intención de "crear zozobra y desinformación" al difundir versiones "desafortunadas".
El gobierno boliviano "en ningún momento (...) ha gestionado el retorno de la agencia antidroga de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés)", especificó el comunicado, señala la agencia Andina.
La nota destaca también que "en 56 días de la gestión (interina de Áñez) se han dado más golpes al narcotráfico que en todo el último año del anterior gobierno", aunque no precisó cifras.
