Los expertos de la NASA han analizado los cambios estacionales en los gases del aire en Marte, específicamente del cráter Gale, y han descubierto que el oxígeno se está comportando de una manera que no puede explicarse mediante ningún proceso químico conocido.
Este cráter es uno de los lugares más prometedores en planeta rojo en cuanto a posibilidades de hallar condiciones para la vida, ya que posee, entre otras características, rastros de un antiguo lago.
El instrumento con el que cuenta en Curiosity en su parte inferior, llamado SAM, es un inhalador de gases el cual, luego de pasar por el Cráter Gale y obtener muestras de oxigeno, comprobó que la composición de la atmósfera marciana es de : 95% dióxido de carbono, 2.6% de nitrógeno molecular, 1.9% de Argón y sólo el 0.16% de oxígeno molecular.