Una grave sequía deja como consecuencia la trágica muerte de al menos 200 elefantes en el Parque Nacional de Hwange, el más grande de Zimbabue, África.
"Hemos perdido bastantes elefantes a causa del hambre, no hay comida. Estamos esperando desesperadamente que lleguen las lluvias", explicó Tinashe Farawo, portavoz de la Autoridad de Gestión de Parques Nacionales y Vida Silvestre de Zimbabue.
En el Parque Nacional de Mana Pools, al norte del país y declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, otros elefantes también han fallecido a causa de esta sequía. En el mencionado parque, hasta octubre, la cifra de muertos superaba la veintena.
El sur de África atraviesa la peor sequía de las últimas dos décadas; en Zimbabue los cultivos de alimentos básicos como el maíz se han arruinado por completo, razón por la que al menos siete millones de personas dependen actualmente de la ayuda alimentaria.