Pese a que las autoridades prohibieron el uso de máscaras en las protestas, esta mañana miles de personas, protegidos con paraguas, antifaz o pancartas para evitar ser identificados, volvieron a paralizar Hong Kong.
Otros activistas tomados de la mano formaron una cadena humana, esto no impidió los violentos enfrentamientos con la policía. Esos choques dejaron como nueva víctima de bala a un joven de 14 años.
Pese a la intensidad de las movilizaciones, las de hoy fueron menos numerosas que las anteriores. El cierre de la red de Metro, que habitualmente traslada a 7,5 millones de personas, podría ser uno de los motivos.
El gobierno de Carrie Lam anunció el viernes la prohibición del uso de máscaras en las protestas, reviviendo una ley de la antigua colonia británica, y lanzó un mensaje: no entregará la ciudad a los manifestantes.
