En México, un menor de cinco años fue diagnosticado con parálisis cerebral espástica cuadripléjica después de que se intoxicara al morder una pila.
El niño no presentó ningún síntoma extraño, pero lentamente tuvo problemas para caminar, por lo que sus padres lo llevaron hasta el hospital de Coahuila, para que lo revisaran.
El infante tuvo que ser sometido a una cirugía de alto riesgo, que no resultó bien y le produjo una hidrocefalia que terminó generando la parálisis cerebral que lo tiene en silla de ruedas.
Las baterías o pilas comunes son altamente tóxicas, ya que pueden contener mercurio, níquel y otros materiales muy peligrosos para la salud.