Un equipo de geólogos de las universidades de Utrecht, Oslo y el Instituto de Geofísica ETH, en Zúrich, consiguió reconstruir, paso a paso, la historia de un continente que chocó con Europa y quedó totalmente destruido. Hace 140 millones de años, Gran Adria, un antiguo continente del tamaño de la Antártida, chocó con el viejo continente y terminó debajo de él.
Los únicos restos visibles de ese continente perdido, son las rocas calizas que se pueden encontrar en las cadenas montañosas del sur de Europa. Los investigadores, que acaban de publicar su trabajo en la revista Gondwana Research, creen que estas rocas comenzaron su existencia como sedimentos marinos para más tarde ser "raspadas" de la superficie de la corteza terrestre y elevadas a sus posiciones actuales gracias a las colisiones de las placas tectónicas.
Los investigadores creen que hace unos 140 millones de años Gran Adria era una masa de tierra cubierta en gran parte por un liviano mar tropical, donde los sedimentos se acumulaban lentamente hasta convertirse en rocas. Más tarde, hace entre 100 y 120 millones de años, colisionó con con que hoy es Europa, haciéndose añicos.
En su artículo, los geólogos explican que gran parte de este continente perdido constituyó, durante millones de años, el fondo de antiquísimos mares tropicales.