El momentáneo paso de Dorian ha dejado estragos en el pueblo de Bahamas que serán difíciles de superar. Durante 48 horas, vientos de hasta 300 kilómetros por hora y lluvias torrenciales, golpearon la isla y las consecuencias son fatales.
Hay oficialmente 52 fallecidos, pero es una cifra que muy probablemente aumente ya que aún quedan alrededor de 1500 desparecidos. Hasta 70 mil personas se vieron afectadas por el huracán. De las cuales, un total de 15 mil damnificados siguen necesitando comida y refugio. Además 4 mil se han visto obligados a salir del país e ir a Estados Unidos y más de 5 mil a Providencia.
Según Laurent Duvillier, de la oficina de UNICEF para América Latina y el Caribe, las necesidades de los damnificados no se disminuirán, al contrario, con el paso de los días irán en aumento.
“Ha habido mucha solidaridad en los primeros días, y eso es muy bueno. Pero hay que pensar en la sostenibilidad. No solo se trata de la supervivencia en la primera semana, sino de meses hasta que se pueda recuperar la vida”, indicó.
Y la recuperación, lamentablemente, tomará mucho más tiempo, ya que muchos no solo se han quedado sin casas sino también sin empleo, ya que los negocios han cerrado. Un gran porcentaje dependía del turismo y según las autoridades este estará frenado por al menos seis meses.